miércoles, 27 de febrero de 2013

VOLVER A LA PANA

Dicen muchas veces aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor y ahora, que en estos tiempos estamos viviendo una situación tan dura, tan dramática donde mucha gente está perdiendo su empleo, su casa, hay suicidios porque está habiendo muchos desahucios es tiempo para que los socialistas de toda Europa pero sobre todo de España, pensemos en volver a nuestros orígenes. 


En los años setenta y sobre todo en los ochenta, el Partido Socialista Obrero Español fue uno de los elementos clave del cambio que España necesitaba, un partido que supo llevar por el camino del bienestar no sin dificultades propias de la época, sobre todo de aquellos sectores que fueron gran resistencia para el avance que demandaba la sociedad. 


Dicen que ahora estamos en una tesitura distinta, que para volver a creer en la Política como el instrumento capaz de cambiar la situación social que estamos viviendo en la actualidad, necesitamos que los partidos cambien en su forma de organizarse, romper con lo que hasta ahora hemos tenido y estoy de acuerdo en dar más voz al pueblo pero sobre todo, más voto, más participación y que la representación sea más real a la que ahora tenemos donde un partido nacionalista tiene más diputados o senadores de lo que le corresponderían y un partido nacional tiene o bien más representación de la que debiera o menos (tanto es así que con una Ley Electoral más justa, hoy el Partido Popular no tendría el “rodillo” que es su actual mayoría absoluta y los partidos de izquierdas como PSOE ó IU tendrían más representación de la que tiene hoy). 

Debemos volver a los orígenes que hicieron grande a la democracia española, al esfuerzo colectivo, a la honradez, a la limpieza, a la higiene democrática, a la humildad…valores que hoy la sociedad en sí ha perdido y es que para muestra, tenemos un sistema educativo donde no se valora debidamente el esfuerzo de un alumno y eso, cuando un ser humano crece y se hace mayor en este país ve que gente que no tiene la suficiente preparación, escala a posiciones de poder social, económica o política de manera alarmante mientras que personas talentosas de nuestro país, cansada de esperar oportunidades que no tiene se va a otros países de Europa o a “hacer las Américas”, lo cual refleja lo mal que está España y la esperanza que tiene el conjunto de la sociedad en que las cosas cambien al menos, a corto plazo. 

Debemos alzar nuestra voz, cambiar las dinámicas de participación, de organización de los partidos donde los ciudadanos así como los militantes de los mismos seamos los verdaderos protagonistas del cambio, del progreso y avance que Europa nos está pidiendo y es que una de las políticas que debemos fomentar es la Política en favor del pueblo, de la gente sencilla, de la gente llana, de la que siempre ha existido, en definitiva, recuperar, en el caso de mi partido, esas letras que se han quedado empañadas por las tinieblas del tiempo actual (me refiero a la “S” de Socialista, a la “O” de Obrero fundamentalmente además de la “E” de España, porque parece ser que la “P” de Partido es la que permanece pero por la fractura clara que tenemos entre nosotros y la sociedad). 

En aquellos años setenta y ochenta, era muy popular Felipe González y su chaqueta de pana (algunos tiempo después, la vestimos porque ha vuelto a ponerse de moda), su discurso cercano, populista que necesitaba en aquel tiempo España y si consiguió triunfar es porque hizo lo que ahora necesitamos hacer de nuevo: arremangarse, hablar con todos, mirarnos todos los socialistas a los ojos y decirnos mutuamente que nos necesitamos para crecer como país y ese esfuerzo compartido se tradujo en cambios políticos y sobre todo sociales que jamás había tenido España y que ahora, gracias a la voracidad de los mercados y de un Gobierno infame, destructivo, dañino y contrario a los deseos de la ciudadanía española, estamos perdiendo a pasos agigantados. 

No está mal ser un nostálgico de un tiempo en el que personas como yo éramos niños y que hemos descubierto por lo que nos han contado nuestros mayores o porque lo hemos leído en libros o estudiado en los colegios públicos como es mi caso pero ¿de qué nos sirve la nostalgia y la memoria si luego no la utilizamos para cambiar el estado de las cosas? ¿acaso nos creemos que de esta crisis saldremos sin hacer nada, esperando a que los demás nos solucionen las cosas?. 

Ahora más que nunca estoy convencido de que la Historia pasa por alto de personas que no hacen nada, de los vagos, de los indolentes, de los conformistas pero no lo hace de la gente luchadora, de colectivos como los profesionales de la Educación o la Sanidad Pública, de los afectados de los desahucios, de las mujeres luchadoras que alzan su voz contra las injusticias del machismo aberrante por eso y por muchas otras razones que nadie me hable de socialismo si no somos capaces entre todos de volver a empezar o mejor dicho, de volver a la pana. 

DIEGO RUIZ RUIZ

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